La represión que está sufriendo el pueblo catalán no tiene precedentes en una Europa del S. XXI que se llama democrática. El caso de Cataluña es, a día de hoy y sin ningún tipo de duda, la vergüenza de Europa. Pero, la férrea voluntad y la persistencia de esta gente pacífica para defender su cultura y su derecho a la autodeterminación sin recurrir a la violencia está siendo también extraordinaria y ejemplar.
Los constantes agravios que recibe el pueblo catalán por parte del gobierno español son constantes y flagrantes. Una buena parte de sus gobernantes han sido encarcelados o sufren exilio y la censura ha llegado a puntos extremos y tan hilarantes como lo es la prohibición de los símbolos en color amarillo.
Y es en este contexto político y social del pueblo catalán, que Werens desarrolla su obra más reivindicativa de los últimos tiempos. Esta que expone hoy, “Flores amarillas” es una colección dedicada en su gente, que sale a la calle un día detrás el otro a luchar por su dignidad con una única arma: los lazos amarillos.